Bill Gates, el hombre más rico del mundo, el creador de Microsoft había muerto y llega con San Pedro.
San Pedro le dice: "Mira, te mereces el Cielo, porque gracias a ti los humanos tienen una vida más cómoda y hay una computadora en cada casa, pero por esa porquería de Windows 95 te mandaría directo al infierno, así que te voy a dejar escoger".
Lo deja entrar al Cielo, y Gates observa un coro de ángeles cantando, y mucha paz y tranquilidad, y piensa: "Esto está bien, pero es muy aburrido".
Entonces, le pide a San Pedro que le deje ver el infierno. Atraviesan las puertas del cielo y Gates se sorprende de ver a unas modelos desnudas en la playa, tomando el sol, en una gran fiesta. Por supuesto, el multimillonario opta por la segunda opción.
San Pedro se despide de él y, después de 2 semanas, decide ver que tal la pasa su amigo en el infierno y en un rato libre se asoma por ahí. Al llegar, ve que unos demonios están torturándolo con cadenas y látigos. En el momento, Gates le pregunta desconcertado que qué había pasado con la fiesta y con las mujeres desnudas.
"¡Ah, ese era el protector de pantalla!"
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